Las instalaciones de un gimnasio deben ser lo suficientemente seguras para que no ocurran accidentes a las personas que se ejercitan en él. Pero, las lesiones durante los entrenamientos son bastante comunes, como las demandas al respecto.
Entonces, ¿quién sería el encargado de indemnizar al afectado? La respuesta dependerá del caso, porque cuando la lesión ocurre por culpa del afectado, los tribunales suelen fallar en su contra.
Pero, si la responsabilidad de los hechos cae sobre el establecimiento, la historia es otra. En un caso reciente, de julio de 2019, la Audiencia Provincial de Cuenca condenó a los gestores de un gimnasio por el golpe en la cabeza que sufrió una de sus clientas al romperse un mosquetón. Tuvieron que pagar 4.625,32 euros a la usuaria.
Al ocurrir muy a menudo estos accidentes, ya los jueces han perfilado una lista de elementos para determinar cuándo estos imprevistos otorgan derecho a reclamar.
Se enumeran: el estado de las máquinas, el número de monitores vigilantes, las instrucciones dadas o el nivel de negligencia del deportista son circunstancias clave.
Sin embargo, generalmente se descubre que el gimnasio es el responsable y es obligado a pagar indemnización. “Los centros deportivos deben cuidar de sus máquinas y mantenerlas en perfecto estado. Es por ello que si un cliente sufre un accidente por la ruptura de uno de los aparatos (por ejemplo, porque un mosquetón se parte) el gimnasio paga. En concreto, el seguro, obligatorio para centros deportivos”.