Las denuncias por violencia de género disminuyeron durante el segundo trimestre de 2020 en un 14,6% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Pero la reducción fue más profunda (del 42,9%) en el caso de las denuncias presentadas directamente por la víctima en el juzgado y del 12,9%, en comisaría.

Este periodo fue el más afectado por el estado de alarma que provocó la pandemia de COVID-19 y el confinamiento de la población, tiempo en el que abundaba la duda en la víctima de si podía salir de casa, por encontrarse bajo el control constante de sus agresores, por miedo a ser descubiertas, o por miedo de que les pasara algo a sus hijos e hijas.

La media se resume en que una de cada tres víctimas dejó de denunciar, destacó la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona.

Sus declaraciones ocurrieron en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha en la que Carmona recordó que, en lo que va de año, 41 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, y 1.074 desde 2003, cuando se inició a registrar esta estadística.

En contraste, aumentó la actividad de los servicios telefónicos y telemático del 016, alternativas que las víctimas escogieron como vías para pedir ayuda. Entre el 14 de marzo y el 31 de mayo, las llamadas aumentaron un 41 % y los mensajes de correo electrónico, un 450 %.