Hidden city, o tomar un vuelo para desembarcar en la ciudad donde el avión hará escala, es una práctica común hoy en día y que las aerolíneas tratan de controlar.
En inglés también se le conoce como skiplagging, y en español vuelos con ciudad oculta. Ocurre al volar a destinos en los que sale más barato aprovechar la escala del mismo que viajar al destino de forma directa, perdiendo así el último tramo del viaje.
Los viajeros de hoy compran un billete a un destino al que no quieren viajar, pero con escala en la ciudad elegida por un precio más económico. Pero a las aerolíneas no les gusta esto. Los viajeros deben saber cómo pueden defenderse en caso de reclamos.
¿Qué pasa con el equipaje facturado? Generalmente es llevado directamente a la ciudad destino y no a la escala. Pueden ocurrir dos casos, explican en reclamador.es: Que en la aerolínea no pongan problema alguno y el pasajero pueda bajarse en la ciudad intermedia. Para ello deberá informar previamente en el mostrador de facturación; o que la aerolínea no lo permita de ninguna de las maneras, por lo que el pasajero deberá llevar solo equipaje de mano.
Si la aerolínea anula el resto de la reserva por hacer ciudad oculta, el viajero podrá hacer la reclamación. Es lo que se conoce como “no show”: la aerolínea no puede cancelar un vuelo de vuelta por no hacer el de ida o bajarse en una escala y no terminar el viaje. Es una práctica considerada abusiva por los tribunales.
La aerolínea, y el caso de Lufthansa con un pasajero, lo demuestra, no puede reclamar al pasajero por no coger el segundo vuelo de la escala.
En otro aspecto, en España, el pasajero puede detener su viaje en la escala sin tener que alegar causa alguna, puesto que habría cumplido con su principal obligación: pagar el precio estipulado en el contrato.