La brutal agresión denunciada por un joven en el barrio de Malasaña de Madrid, en el que, supuestamente 8 encapuchados habían propinado una paliza al denunciante y escrito en una nalga con un cuchillo la palabra “Maricón” ha resultado ser inventada.
Una vez puesta la denuncia, la policía comenzó a investigar el posible crimen cometido, comenzó por interrogar a los vecinos, que negaban haber visto o escuchado nada. También acudieron a la tienda donde supuestamente había estado el joven, la dependienta dijo no acordarse del chico. La historia comenzaba entonces a tener muchas lagunas, ya que se denunció que la agresión se cometió a las 11:00 de la mañana. En un barrio tan concurrido como el de Malasaña que nadie hubiese visto o escuchado nada era muy sospechoso, también lo era que nadie hubiese visto al grupo de 8 encapuchados huir.
Por ello, la policía decidió interrogar de nuevo al denunciante, que finalmente se desmoronó y reconoció haber mentido. Al parecer todo fue consentido durante la noche que pasó con otro hombre, y que se inventó todo para no perder a su actual pareja.
Ahora se enfrenta a un delito de denuncia falsa, el castigo establecido para el delito en cuestión podría ir entre una pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito grave.