Dos hombres que intentaron nueve meses colocar la clave una tarjeta bancaria de otra persona sin éxito, con el objeto de estafar, quedaron libres.
El fallo es susceptible de recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
La decisión fue de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que anuló la condena por estafa que se había impuesto a los hombres, de 56 y 33 años, que no pudieron sacar dinero de un cajero automático con la tarjeta de un tercero por introducir códigos fallidos.
De acuerdo con el tribunal los intentos estaban tan evidentemente abocados al fracaso que la tentativa debe considerarse “inidónea” y, por tanto, “no punible”.
La Audiencia ha estimado el recurso de apelación interpuesto por las defensas contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Las Palmas de Gran Canaria que en mayo los condenó a cuatro meses y quince días de prisión como autores de un delito continuado de estafa en grado de tentativa.