A pesar de los retos que significó el año 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea pudo mantener su elevado nivel de actividad, con inconvenientes como el trabajo a domicilio por primera vez y las restricciones de desplazamientos para vistas orales.
El TJUE suspendió las vistas entre el 16 de marzo y el 25 de mayo de 2020, pero luego, y respetando estrictas medidas sanitarias, las salas de vistas abrieron a los representantes de las partes y al público, en interés de la buena administración de justicia y de conformidad con el principio de publicidad de las vistas.
Se explicó que la continuidad del trabajo fue posible gracias a la preexistencia de estructuras y planes de crisis, al establecimiento de rigurosos protocolos sanitarios, a una estrategia temprana de equipamiento del personal con material informático destinado al trabajo a distancia y a una adaptación de los métodos de trabajo respetuosa de las normas procesales.