Parece que los años de bonanza en el fútbol español han pasado, tras más de una década donde los ingresos no paraban de aumentar y el dominio futbolístico a nivel europeo y mundial era apabullante, ha llegado el declive.
La pandemia ha causado estragos en todos los sectores, la recisión económica es evidente, tras años de recuperación económica tras la crisis del 2008 la Covid-19 ha explosionado todas las cábalas realizadas por los expertos y el mundo del fútbol no iba a estar exento. La pandemia ha mostrado las costuras de un sistema que durante años ha estado ingresando enormes cantidades de dinero.
Pero a diferencia de la crisis del 2008, que causo la desaparición de muchos equipos y otros tantos se tuvieron que acoger a la ley concursal para poder sobrevivir, en este 2021 la gran mayoría de equipos están saneados y, a pesar de que han tenido que disminuir los gastos, muchos menos fichajes, vender futbolistas, reducir salarios, etc. no hay ninguno en peligro.
Los equipos esperan recuperar lo antes posible el público en los estadios, lo que les permitirá negociar un mejor contrato televisivo y con los sponsor. Además tienen que luchar contra las otras ligas, que han igualado el nivel de la española y son igual de atractivas para los países extranjeros, las marcha de jugadores como Cristiano Ronaldo ha provocado que se igualen las cosas.