Una empresa que sobrecargó a sus empleados de horas extras y no llevó los registros fue sancionada por el Juzgado de lo Social nº3 de Palma de Mallorca.
Los registros de los programas informáticos probaban que se trabajaba más horas de las permitidas, pero también fue clave el testimonio de los inspectores.
De acuerdo a lo que se supo, la empresa pregonaba la flexibilidad horaria: la directora de la sucursal bancaria dijo que no había control ni registros porque apelaban a la responsabilidad de cada uno.
Pero, el juzgado pudo constatar la realización de horas extraordinarias en exceso respecto del límite legal, tanto por las visitas de inspección, como por los registros de actividad ofrecidos por la propia empresa (actividades registradas en los programas informáticos del banco).
Se está ante dos infracciones graves, y sancionadas en grado máximo (6.250 euros cada una) atendida la negligencia del infractor, la constancia con los registros del exceso de jornada, la cifra de negocios de la empresa y el número de trabajadores afectados -todos los de la oficina bancaria analizada-.