Los matrimonios, separaciones o divorcios fueron más de la mitad de todos los actos de jurisdicción voluntaria, en los últimos cinco años.
Luego, los actos más realizados son los sucesorios y, entre ellos, la declaración de herederos abintestato (sin testamento), de herederos colaterales y la realización del inventario antes de decidir si se acepta o se renuncia a una herencia, con un 20%.
El resto se distribuye entre actos muy diversos como la conciliación, la reclamación de deudas dinerarias no contradichas o los expedientes de dominio, entre otros.
Al cumplirse cinco años desde la entrada en vigor de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria, el Consejo General del Notariado (CGN) difundió los datos.
Las cifras hacen un corte hasta abril de 2020, últimos datos consolidados. En ese tiempo, los notarios han realizado 131.311 nuevos actos de jurisdicción voluntaria, con un aumento del 80% durante el periodo julio 2019-abril 2020 con respecto al primer año completo.
Para José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado, esta ley “ha permitido que los notarios podamos ayudar a miles de ciudadanos y empresas a solucionar sus diferencias de manera más rápida y con plenas garantías jurídicas”.
Además, agrega, “ha liberado a los jueces de asuntos en los que su intervención no era necesaria, lo que ha ayudado a descongestionar en cierta medida los juzgados”.