Salvo que se consiga una prórroga posterior al día 31 de mayo, el 25% de las empresas que se han acogido a un ERTE tienen pensado cerrar una vez llegue junio. Del resto de empresas que se han acogido a esta ayuda del Estado, un 50% realizarán ajustes del personal, dependiendo de la empresa se harán despidos personales o bien se acogerán a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Estos datos demuestran la gravedad de la situación, muchas empresas se están manteniendo gracias a las ayudas económicas del Estado pero una vez que estas desaparezcan, muchas personas perderán su empleo, lo que puede desencadenar en unan crisis sin precedentes.

La situación actual económica por la pandemia, y en virtud de los sectores a los que más afecta, no va a tener un crecimiento o una mejoría teniendo en cuenta todas las medidas que se han tomado hasta la fecha.

Queda claro que la prórroga de los ERTE hasta el 31 de mayo ayuda a que muchas empresas no desaparezcan o no tengan que acogerse a despidos para continuar con su actividad, pero realmente no es la solución al problema, simplemente retrasa un suceso que va a seguir pasando. Las autoridades deben buscar soluciones para evitar los despidos futuros.