Dos tercios de las empresas familiares españolas incluidas en una encuesta reciente declararon tener perspectivas positivas respecto a la evolución económica de la compañía en los próximos 12 meses.

Es estudio es el que frecuentemente desarrolla KPMG y las Asociaciones Territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar (IEF), en el que sobre sale el optimismo a pesar de la desaceleración económica. Es la VIII edición del Barómetro de la Empresa Familiar.

Otros datos que llaman la atención: En los últimos doce meses, 65% señaló que ha aumentado su facturación, por debajo del 75% de la edición precedente; al igual que la plantilla, que aumentó 59%, pero menos que el 64% del año pasado. Lo positivo es que hubo más estabilidad (31%) que ajustes de personal (9%).

El informe admite que ha crecido el porcentaje de los que se declaran negativos de 3% a 9%, pero recalca que es mucho mayor el volumen de empresarios familiares que antes las incógnitas sobre la economía global optan por declararse neutrales: un 25%, por encima del 17% de la edición anterior.

La cautela parece alentada por la desaceleración económica global, que ya se ha dejado sentir tanto en algunos indicadores macroeconómicos de España como en la evolución de las magnitudes de negocio de las empresas familiares, de acuerdo a las respuestas de los ejecutivos recogidas en el informe.

En el estudio participaron 327 directivos de empresas familiares españoles.

Ramón Pueyo, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España, citado en un comunicado aseguró que “los resultados del Barómetro reflejan la complejidad del momento actual, en el que la empresa familiar española tiene el doble reto de mejorar su facturación y su rentabilidad a corto plazo e impulsar la innovación con agilidad para competir en un mercado digital y tecnológico cada vez más global, sin perder de vista los cambios regulatorios, que es una de las novedades de la encuesta de este año”.