El mercado jurídico vive su propia revolución tecnológica, surgiendo nuevas star up legaltech que ofrecen toda una serie de servicios alternativos.

Estonia es el primer país del mundo que en la actualidad propone la creación de un “juez robot” para descongestionar los juzgados del país.

El proyecto recae en Ott Velsberg, informático con cargo público y responsable de datos del país, lo cual pone de manifiesto la complejidad para encontrar perfiles profesionales donde confluyan conocimientos de profesiones hasta ahora bien diferenciadas: abogados, ingenieros, economistas, informáticos, etc.

Este proyecto estonio puede resultar futurista y muy a largo plazo, pero es evidente que el sector jurídico está cambiando.

Grandes bufetes internacionales ya han adquirido licencias de software predictivo o incluso han desarrollado programas de IA.

Según declaraciones de Soledad Atienza, vicedecana de IE Law School, “aparecen nuevos competidores para los despachos tradicionales” y asegura que “necesitan abogados con habilidades distintas de los que trabajan en despachos”.

Contar con un grado en Derecho que forme al estudiante a nivel jurídico ya no es suficiente.

Las aulas universitarias y escuelas legales están viviendo su propia revolución, y van mucho más allá de incluir asignaturas del MBA o añadir unas horas lectivas de programación informática.

En el plazo de un mes estudiantes, abogados, académicos y emprendedores se reunirán en Miami para presentar diferentes proyectos desarrollados a raíz de la reunión de Law without walls, que tuvo lugar en IE Law Schoolde España a principios de año y en la que participaron más de 250 asistentes de todo el mundo para debatir sobre el futuro del sector y las tendencias que marcarán el mercado jurídico.

Según Soledad Atienza, Vicedecana de IE Law School, los proveedores de servicios jurídicos alternativos necesitan abogados con habilidades distintas a los bufetes, y se preguntan si las facultades de Derecho les formará con un perfil diferente.