Life Abogados recomienda a las pymes llevar a cabo una buena planificación en materia tributaria que ahuyente los riesgos fiscales a través de un estudio “profesional y concienzudo” del negocio, ante las cartas que está remitiendo Hacienda a las personas jurídicas en el marco del Plan del IVA, que incluye algunos aspectos del Impuesto de Sociedades.
Entre otros factores, la firma aconseja a las pymes tener en cuestiones de imputación temporal, la aplicación de deterioros y provisiones o la correcta aplicación y optimización del régimen de amortizaciones.
Asimismo, recomienda tener una adecuada elección de la metodología de amortización, que podría variar “enormemente” de una empresa a otra, realizar un análisis de cuestiones relacionadas con el devengo de las operaciones y el devengo del impuesto y la correcta aplicación e implantación de la metodología, política, documentación e información en materia de precios de transferencia.
Igualmente, marca que hay que tener presente la importancia de una adecuada planificación de la política de pagos fraccionados, así como conocimiento del mundo de las deducciones aplicables, puesto que “en ocasiones permiten generar un valor añadido a la empresa, al permitirle focalizar sus esfuerzos en actividades que ofrecen un mejor tratamiento fiscal”.
Otros consejos de Life Abogados son la aplicación de tipos impositivos beneficiosos para algunas actividades, acometer un análisis adecuado de la secuenciación de operaciones para mejorar el aprovechamiento de Bases Imponibles Negativas (BIN) y el correcto diseño de las estructuras de inversión para optimizar la carga financiera desde una perspectiva fiscal, dentro de la política general de financiación de proyectos.
Por último, insta a las pymes a potenciar la visión fiscal global, que no sólo afecta al Impuesto sobre Sociedades de los empresarios, sino también al IRPF de sus directivos y socios, y a otras cuestiones de no menor importancia, como el Impuesto de Patrimonio, de Sucesiones y Donaciones y de Transmisiones Patrimoniales.
En este sentido, explica que la prevención para enfrentarse a una inspección pasa, fundamentalmente, por una correcta planificación con la que aprovechar las posibilidades de enfocar los negocios de modo “rentable” desde un punto de vista fiscal.
No obstante, avisa de que hay una arquitectura básica que afecta a todas las empresas y que es la determinación de la base imponible a través de la contabilidad. “Para gozar de una buena salud fiscal es preciso hacer en primer lugar una buena aproximación contable, pues esta norma, a fin de cuentas, es básica para cuantificar los impuestos”, subraya.
De esta forma, asegura que la mejor garantía de éxito ante una inspección de Hacienda es el estudio “profesional y concienzudo” del negocio desde una perspectiva en la que la fiscalidad se analice no como un fin en sí mismo sino como una herramienta para optimizar la carga tributaria dentro del estricto cumplimiento del marco normativo, generando un valor añadido al negocio.