Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 ya están en manos del Congreso, que iniciará su tramitación el 11 de noviembre, con las votaciones, casi dos semanas antes de lo habitual.

El Gobierno ha dicho que se trata de unas cuentas públicas expansivas que recogen el mayor gasto social de la historia. Su contenido está orientado a combatir los efectos de la crisis derivada de la emergencia sanitaria mediante el blindaje del Estado del Bienestar.

Algunos de los puntos novedosos son los siguientes:

-La inversión en Sanidad se incrementa en un 75,3% más que el año anterior, con 3.149 millones de euros, incluyendo los fondos comunitarios. Es una previsión para la compra de vacunas.

-Las pensiones ganan 3,2% más que en el presupuesto de 2020, con 163.297 millones de euros. Una parte de este incremento se debe a la revalorización de las pensiones en un 0,9%, en línea con la previsión de IPC real, “lo que permitirá a 9,76 millones de pensionistas no perder poder adquisitivo”. Las pensiones no contributivas se elevarán un 1,8%, el doble que la previsión de IPC, lo que beneficiará a alrededor de 450.000 personas.

-Otro ítem que aumenta es el desempleo IPREM que con 4.191 millones de euros en su cuenta, crece un 20,1% más que en el presupuesto de 2020 en previsión de los gastos producidos por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y el paro. Igualmente, se incrementa el IPREM en un 5% lo que, según el Ejecutivo, supondrá “un beneficio para los colectivos con menos recursos”.

-Para los empleados públicos se pretende revalorizar el sueldo en un 0,9%, a la par de la previsión de inflación prevista.

-El Gobierno promoverá el alquiler, construcción y la rehabilitación de la vivienda, con un apartado de más de 2.250 millones de euros. Esto, para los colectivos más vulnerables, entre ellos los más jóvenes.