El uso de una mascarilla y un gorro para ocultar el rostro del atracador es considerado como un agravante de disfraz del acusado, por lo que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmó una condena a 4 años y 5 meses de prisión.

La condena es por un delito de robo con violencia e intimidación en establecimiento abierto al público, con uso de instrumento peligroso y con la circunstancia agravante de uso de disfraz y de reincidencia, a un hombre que atracó un comercio de distribución cárnica ocultando su rostro con una mascarilla sanitaria y un gorro.

La Sala considera correcta la aplicación de la agravante porque cuando el condenado cometió el atraco combinó el uso de la mascarilla, que no era de uso obligado en esas fechas, y un gorro, para ocultar su rostro, por lo que rechaza el argumento de la defensa, que invocó en su recurso de casación el carácter sanitario de la mascarilla para evitar la aplicación de la citada agravante.