El pleno del Senado ha aprobado la reforma del Código Penal que tiene como principal objetivo el endurecer las penas en casos de delitos viales, incluso creando la figura de un nuevo delito, la de abandono del lugar del accidente.
Si bien es cierto que ya existía el delito de omisión del deber de socorro, esta reforma ha hecho caso a la campaña iniciada por las víctimas de accidentes de tráfico en Change.org, que ha contado con un apoyo masivo tanto de ciudadanos comunes como de organizaciones relacionadas con el ciclismo, por ejemplo.
La reforma, que ha sido ampliamente aprobada con el acuerdo de todos los grupos parlamentarios a excepción de Unidos Podemos, prevé que este nuevo delito sea castigado con una pena de entre dos y cuatro años de prisión si el accidente ha sido resultado de una imprudencia, y con una pena menor, de entre tres y seis meses, cuando estemos hablando de percances fortuitos.
Esta modificación ya no regresará al Congreso, por lo que su carácter es definitivo, y se espera que entre en vigencia tan pronto se la publique en el Boletín Oficial del Estado -BOE–, para alegría de quienes han luchado por ella.
Tal es el caso de Anna González, quien comenzó su militancia al respecto en 2016 luego de haber perdido a Óscar, su esposo, en un accidente de tráfico al ser arrollado por un camión. De acuerdo a sus abogados, sólo en 2018 más de 1000 conductores se fugaron del lugar del accidente luego de haber estado implicados en un accidente de tráfico.