Dos hombres que ejercieron la medicina sin una titulación legal y engañaron a una veintena de personas fueron condenados a 4 años y medio de prisión.
La decisión fue de la Sala II del Tribunal Supremo, que le aplicó los delitos de intrusismo y estafa, que ejercieron en un centro en Vinaròs (Castellón).
Ambos se presentaban como médicos, examinaban a los enfermos, diagnosticaban enfermedades de todo tipo y prescribían tratamientos diversos, incluido en algún caso tratamientos con células madre, trasplantes y cirugías no menores.
El Tribunal informó en una nota de prensa que uno de los condenados tenía un título privado de terapias naturales, y el otro títulos extranjeros relacionados con ciencias de la salud, pero carecían de titulación expedida o reconocida en España para ejercer la medicina.
En su nota, el Supremo destacó que lo que hicieron con los pacientes eran actos propios de la profesión de médico, que excedían de cualquier ámbito que pueda otorgársele a cualquier especifidad de la denominada ‘medicina alternativa’.
En la decisión, el Supremo aumentó las condenas que ya había impuesto la Audiencia de Castellón, desde los 3 años a los 4 años y medio de cárcel, en relación primero de los acusados, y desde los 2 años y 9 meses a los 4 años y medio para el segundo de los acusados, al estimar la agravante en el delito de estafa de haber recaído el engaño en un bien de primera necesidad como es la salud.
Y también elevó la condena por el mismo motivo a la esposa del primero y que realizaba funciones de recepcionista en el centro y que, como cómplice de intrusismo y estafa, es condenada a 2 años y 1 mes de prisión.