645 opositores se han presentado a la convocatoria para conseguir una plaza como traductor oficial para el Ministerio de Exteriores en la Escuela Diplomática. Sin embargo, tan solo el 3,5%, que se traduce en 22 personas, han conseguido superar la primera fase, que consistía en un test de sintaxis de español.
El primer examen constaba de 50 preguntas gramaticales tipo test donde se valoraba el uso de pronombres, artículos, concordancia de género y número, además de los conocimientos necesarios sobre terminología jurídica y económica en español, lengua materna de la mayor parte de los aspirante a este puesto de traductor jurado.
Y es que, tal como expresa el responsable de la agencia de traducción Enai-e, “los traductores oficiales, que solo pueden ser declarados como tales por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, deben ser precisos en sus traducciones y conocer la terminología propia de las traducciones que realizan tanto en el idioma de origen como del idioma en el que se realizará la traducción”, ya que los tratados y acuerdos internacionales poseen numerosa terminología jurídica y económica con efectos en los países de aplicación.
Además, cabe destacar que únicamente las traducciones realizadas por traductores oficiales o jurados son consideradas como oficiales y, por ende, con validez de aplicación.
Por tanto, solo las 22 personas que han superado la prueba realizada el día 16 de septiembre en la Universidad Politécnica de Madrid podrán continuar con el proceso y realizar la segunda prueba, consistente en realizar una traducción de castellano a inglés y de ingles a castellano, ya que los 623 aspirantes que no superaron el test han sido declarados como no aptos.