Los acusados por el ya famoso caso de las mascarillas, Luis Medina y Alberto Luceño, acudieron en el día de ayer a declarar ante el juez en los juzgados de Plaza Castilla de la ciudad de Madrid. Ambos se negaron a contestar a las preguntas de las acusaciones, tanto de la Fiscalía ni a las acusaciones populares del PSOE, Podemos y Más Madrid, ni tampoco al Ayuntamiento de Madrid, ni a la Funeraria.
Tan solo han respondido a las preguntas realizadas por el juez, que los ha interrogado por la supuesta comisión de delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental. A Medina hay que sumarle el delito de alzamiento de bienes. Gracias a estas preguntas se pudo confirmar que llegaron al Ayuntamiento de Madrid gracias al primo del alcalde, Carlos Martínez-Almeida. Pero de momento poco más se ha podido saber del caso.
El juez ha ordenado la retirada del pasaporte, les impide abandonar España y les obliga a comparecer en los juzgados cada 15 días.