La ley Celaá (Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación, Lomloe) ha dividido todavía más a un Congreso de los Diputados con grandes diferencias ideológicas entre los grupos. Ayer pudo verse de forma clara con gritos con la palabra “Libertad” en la bancada de la derecha y aplausos en los de izquierdas cuando intervino la portavoz educativa del PSOE, Luz Martínez Seijo.
La nueva ley de educación, que viene a sustituir a la Lomce de José Ignacio Wert, es la octava que se aprueba en democracia, aunque todavía tiene que pasar por el Senado. El Gobierno espera que aparezca publicada en el BOE en el plazo de un mes y que, por tanto, entre en vigor en el próximo curso.
No obstante, desde el PP, Ciudadanos y Vox ya han avisado de que recurrirán la ley al Tribunal Constitucional e incluso a la Comisión Europea porque “impide la libertad de elegir de las familias”, según defienden desde los tres partidos.
Aspectos clave
La ley Celaá está generando conflictos en diversos puntos, que desgranamos a continuación:
En primer lugar, ha generado polémica por el trato a la educación concertada. Eliminar el concepto “demanda social” como eje sobre el que se vertebra la programación de plazas educativas; prohibir segregar al alumnado por sexo y ceder suelo público a los centros concertados; garantizar un reparto “equilibrado y transparente” del alumnado por los centros para evitar guetos; priorizar la creación de plazas públicas; y garantizar la gratuidad de todo el sistema son algunos de los principales cambios que propone la ley.
Desde las plataformas en defensa de la concertada, consideran que es un ataque a la libertad de elección de las familias y argumentan que la Lomloe “se inventa un derecho a la educación pública que no existe”, ya que “el único derecho existente es el derecho a la educación”.
Las protestas han podido verse en diferentes ciudadanas de España, con protestas en centros concertados y privados, donde se han colgado lazos naranjas en señal de rechazo a la Ley Celaá.
El artículo publicado por elDiario.es explica bien las protestas de la concertada y sus motivos.
En segundo lugar, el castellano deja de ser vehicular. Ha sido otro de los puntos más conflictivos, pues sus detractores aseguran que “el castellano está en peligro” con la nueva ley. El texto dice que “Las Administraciones educativas garantizarán el derecho de los alumnos y las alumnas a recibir enseñanzas en castellano y en las demás lenguas cooficiales en sus respectivos territorios, de conformidad con la Constitución Española, los Estatutos de Autonomía y la normativa aplicable”.
En tercer lugar, la asignatura de Religión dejará de contar para la nota media de los alumnos y se habla de que puede enseñarse una alternativa conocida como cultura de las religiones. Sin embargo, este punto sufrirá modificaciones, pues no queda claro todavía como se articulará esta nueva asignatura.
Otra novedad es que Filosofía volverá a computar en la nota media de Bachillerato, pero no se recupera para la Educación Secundaria Obligatoria. En su lugar, habrá una asignatura de Ética que se centrará en los Derechos Humanos y en la Constitución española.
Aquí tenéis el enlace para ver desglosado en infografías los detalles más importantes de la nueva ley educativa en España.