La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura avaló el despido disciplinario de una trabajadora que pasó horas hablando desde el teléfono de la oficina con una compañera que también fue despedida.
El tiempo considerado como un desperdicio por el Tribunal es “patente que se está ante un incumplimiento contractual”.
Ya los despidos habían sido declarados procedentes por el Juzgado de lo Social número 1 de Cáceres, pero sólo una de las demandantes decidió recurrir la resolución, que ahora ha sido confirmada.
La Sala fundamentó que su decisión en que, además, las llamadas telefónicas eran para hablar de asuntos personales. Pero además declaró que la trabajadora despedida abusó de la confianza en ella depositada incumpliendo sus obligaciones laborales.
Las trabajadoras desarrollaban funciones de auxiliar administrativo y fue a raíz de las sospechas del superior que observó como una de ellas hablaba a menudo por teléfono en voz muy baja y varias veces durante la jornada, cuando se inició una investigación por parte de la empresa, que duró 20 días.
En este lapso, las dos trabajadoras hablaron entre ellas con teléfono fijo de la empresa durante 11 horas y 47 minutos, cruzando diariamente entre siete y ocho llamadas.