Iberdrola ha suscrito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) un nuevo acuerdo de financiación por valor de 1.000 millones de euros para acelerar la transición energética en Europa mediante la construcción de una amplia cartera de plantas fotovoltaicas (19) y de eólica terrestre (3) en España, Portugal y Alemania, informaron ambas entidades.
En concreto, la construcción de estas plantas movilizará una inversión conjunta superior a los 1.700 millones de euros y su capacidad total instalada será de 2,2 gigavatios (GW).
El acuerdo ha sido firmado en Madrid por el vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, Ricardo Mourinho Félix, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
Esta operación, con la que se acelerará la transición energética, la seguridad del abastecimiento de energía, la acción por el clima y la cohesión social en Europa, contribuye también al REPowerEU, el programa de la UE para incrementar la autonomía energética del Viejo Continente.
Además, el proyecto tendrá una componente de innovación que ayudará a la integración de renovables, uno de los grandes retos para alcanzar los objetivos climáticos de Europa, ya que algunos de los proyectos fotovoltaicos incluirán hibridación con energía eólica y con sistemas de baterías para el almacenamiento de la energía.
Las plantas de nueva construcción generarán energía verde equivalente al consumo medio aproximado de más de un millón de hogares en un año y en gran parte estarán localizadas en regiones de cohesión donde la renta per cápita es inferior a la media de la Unión Europea, demostrando el compromiso del BEI con la convergencia económica y social.
Asimismo, las inversiones que se acometerán bajo este acuerdo permitirán impulsar el crecimiento económico y el empleo de las regiones en las que se instalarán las plantas de energía renovable.
De esta manera, este nuevo proyecto contribuirá a los planes nacionales de energía de los tres países, además de al objetivo de emisiones netas cero de Iberdrola fijado antes de 2040.
Ignacio Galán ha considerado una “satisfacción volver a contar con la confianza del BEI a través de este préstamo, que supone un enorme revulsivo para acelerar la independencia energética de Europa, en línea con el Plan RePowerEU de la Unión Europea, alcanzar los objetivos climáticos, y seguir creando crecimiento económico y empleo en el continente”.
Gracias a esta nueva firma, la eléctrica afianza su posición en financiación sostenible con más de 48.000 millones de euros de volumen de operaciones firmadas en ESG, de los cuales 17.619 millones de euros son en bonos verdes.
Por su parte, Mourinho Félix ha asegurado que, “con este importante acuerdo de financiación, que cubre tres países, el BEI continua con su apuesta firme para acelerar la transición energética en Europa y garantizar el acceso a una energía sostenible para todos los europeos. La colaboración con empresas del sector energético europeo como Iberdrola es fundamental para alcanzar este doble objetivo”.
Financiación a la transición energética
El año pasado, el Grupo BEI comprometió financiación por un valor superior a los 17.000 millones de euros para la transición energética en Europa. En España esta prioridad de acción del Banco del Clima alcanzó en el mismo ejercicio la cifra récord de 3.197 millones de euros, que se destinaron a la financiación de proyectos de energía sostenible y recursos naturales, lo que sitúa el país como segundo de la UE por volumen de financiación.
En octubre, el consejo de administración del BEI decidió elevar los volúmenes de financiación para energías limpias del Grupo a niveles sin precedentes en apoyo del objetivo del plan REPowerEU, que tiene como objetivo poner fin a la dependencia de Europa de las importaciones rusas de combustibles fósiles.
En los próximos cinco años, se invertirán 30.000 millones de euros adicionales al ya sólido apoyo del BEI al sector energético en la UE. Se estima que la financiación comprometida como parte de REPowerEU movilizará 115.000 millones de euros en inversiones adicionales de aquí a 2027, lo que contribuirá sustancialmente a la independencia energética de Europa y al objetivo de la entidad de movilizar 1 billón de euros durante esta década para la financiación de la lucha contra el cambio climático.