Antes de la pandemia los festivales se habían convertido en todo un reclamo turístico para muchas localidades, desde abril hasta octubre los fines de semana estaban cargados de festivales musicales de diferentes estilos. Dentro de la gente joven, se convirtió en una forma de pasar las vacaciones con amigos y disfrutar de un lugar nuevo de nuestro país.

Por este motivo el ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna (Valencia) decidió organizar un festival en su localidad, el Iboga Summer Festival. Con ello buscaban atraer nuevo turismo y asegurarse más visitas veraniegas, pero con lo que no contaban desde el consistorio era que esto traería problemas con sus propios vecinos.

El festival se situó en una zona muy céntrica, cerca de muchos edificios, por lo que durante los días que duró los vecinos tuvieron que soportar ruidos y molestias que causaban tanto la música como los asistentes. Por ello decidieron acudir a la justicia, para denunciar los hechos que tuvieron que aguantar durante esos días.

Y la justicia les ha dado la razón, ha condenado al ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna a pagar una indemnización de 3.000€ a cada vecino, 27 fueron los vecinos denunciantes por lo que el coste de las indemnizaciones sube a 80.000€. El ayuntamiento todavía puede recurrir dicha sentencia.