Simulador de facturación electrónica facilita adaptación de pymes y autónomos

En 2026 entrarán en vigor nuevas obligaciones en materia de facturación para autónomos, pequeñas empresas y gestorías. Las nuevas normativas impulsadas por la Agencia Tributaria exigirán el uso de herramientas homologadas para emitir facturas electrónicas. Este cambio busca reforzar el control fiscal y mejorar la transparencia en los procesos contables. Las empresas que facturen menos de seis millones anuales deberán adaptarse a partir de enero del próximo año. Para quienes superen esa cifra, el plazo se amplía hasta julio.

Ante esta situación, se ha desarrollado una herramienta que permite a estos profesionales preparar su transición digital. El simulador Factusol ha sido diseñado para permitir que cualquier persona, sin experiencia técnica, pueda ensayar la creación de facturas electrónicas. Ofrece una interfaz intuitiva que facilita la detección de errores, avisa sobre la ausencia de datos y permite modificar información en tiempo real. Su objetivo es facilitar un proceso que pronto será obligatorio.

Esta plataforma permite familiarizarse con el nuevo entorno digital, simulando escenarios de facturación con clientes reales o ficticios. Durante 2025, se actualizará de forma periódica para ajustarse a las condiciones legales que vayan surgiendo. La intención es que, cuando el sistema VeriFactu entre en vigor, los usuarios ya estén preparados.

Además de esta obligación, existen otras dos leyes que afectan al mismo colectivo. Por un lado, la normativa contra el fraude fiscal, que exigirá compartir los datos con la administración de forma inmediata. Por otro, la ley que promueve el crecimiento empresarial y que establece la emisión digital como requisito para controlar pagos y reducir impagos. Esta última se aplicará a partir de 2027 para quienes facturen menos de ocho millones anuales.

A pesar del calendario establecido, una gran parte de los pequeños negocios aún no ha comenzado su adaptación. Un estudio reciente muestra que el 69% de los autónomos y el 45% de las microempresas siguen elaborando sus facturas manualmente. Este hecho refleja una brecha digital que pone en riesgo la competitividad y la eficiencia de una parte significativa del tejido empresarial.

Para contribuir a reducir esta distancia, existen ayudas específicas destinadas a empresas con menos de tres empleados. A través del conocido programa Kit Digital, se ofrecen subvenciones que permiten adquirir software de facturación sin coste para los beneficiarios. Financiado con fondos europeos, este programa finaliza a finales de octubre, por lo que su uso inmediato puede ser clave para muchas actividades económicas.

El periodo de transición será fundamental para que los autónomos y pequeñas empresas se adapten a las nuevas exigencias. La implementación de soluciones prácticas como Factusol, unida a las ayudas disponibles, puede marcar la diferencia entre cumplir o no con la nueva normativa. La correcta planificación en 2025 evitará complicaciones y sanciones futuras, además de mejorar la operativa diaria de los negocios más pequeños.

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Redacción

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