Europa, en concreto la Comisión Europea (CE), ha propuesto un conjunto de nuevas medidas para combatir la desinformación en línea, las cuales incluyen un Código de Buenas Prácticas sobre la Desinformación a nivel de la Unión Europea (UE), verificaciones de información y promueve el periodismo de calidad.

En realidad, la CE ha dado un paso adelante en la lucha contra la desinformación para garantizar la protección de la seguridad y los valores europeos, justo después de lo ocurrido con los datos personales en Facebook.

Es más, la CE define la desinformación como la información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para inducir a error deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público.

Por ejemplo, en la última encuesta Eurobarómetro, el 83% de las personas que participaron en la encuesta declararon que las noticias falsas representan un peligro para la democracia. Los encuestados percibían que los medios de comunicación tradicionales eran una fuente de noticias más fiable, como la radio, la televisión o la prensa escrita.

Por otro lado, la CE también ofreció nuevos instrumentos de la Unión Europea (UE) para hacer frente al fraude del impuesto sobre el valor añadido (IVA). El objetivo de las herramientas es que el IVA sea más impermeable al fraude y disminuir las lagunas que puedan facilitar el fraude a gran escala.