Bruselas ha presentado este lunes su plan maestro para desarrollo de una Inteligencia Artificial ética (IA) en la Unión Europea.
Se trata de un proyecto que garantizaría beneficios éticos para toda la sociedad, protección de posibles ataques y errores, así como respeto a la privacidad de los datos.
La Comisión Europea ya dio a conocer a finales de 2018 un borrador elaborado por un grupo de expertos con directrices para promover el desarrollo ético de una IA europea.
De esta manera se han fijado este lunes los siete criterios fundamentales para confiar en los futuros sistemas de IA, los cuales deberán fomentar las sociedades equitativas, los Derechos Humanos y la responsabilidad ecológica, así como garantizar el “control humano” con algoritmos que sean “seguros, fiables y suficientemente robustos para responder a errores e inconsistencias” durante su ciclo de vida.
Así mismo, el sistema asegura el control de datos de los ciudadanos y que estos no sean usados para daño o discriminación, con un sistema de accesibilidad no discriminatoria.
En definitiva se trata de “incrementar el bienestar” del ciudadano europeo, observando valores como “el respeto a la dignidad humana, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y los derechos humanos”.
El siguiente paso de Bruselas será presentar estas guías éticas a todos los países miembros de la Unión Europea y a los distintos actores del sector, para que a partir de junio se desarrolle una fase piloto que proporcione retroalimentación de todos los implicados en el proyecto que supone el aprendizaje y la capacidad de decisión de las máquinas por sí mismas.
Una vez obtenida esa información, la Comisión Europea actualizará las guías sobre ética robótica, y para ello destinará hasta un presupuesto de 1.500 millones de euros, confiando al mismo tiempo que las Administraciones públicas y las empresas movilicen 20.000 millones para este proyecto.