Los nuevos pasaportes emitidos en Reino Unido han dejado de incluir las palabras “Unión Europea” en su portada desde el pasado 30 de marzo.
La emisión de estos nuevos documentos se producen el día siguiente al previsto para la supuesta salida, fecha actualmente prorrogada.
Aunque algunos británicos que han acudido a renovar el pasaporte no han notado el cambio, la decisión no ha sido del agrado de muchos que lo han solicitado con la intención de conservarlo como símbolo de pertenencia a la Unión Europea.
Aunque por el momento conservan el mismo color que los de la UE, el Ministerio del Interior británico ha aclarado que esto es la primera fase del proceso que culminará a finales de año con la emisión de los antiguos pasaportes dorados y azules, formato implantado hace algo más de un siglo.
También han afirmado que por un período corto y hasta que acaben las existencias, continuarán emitiéndose los que incluyen las palabras “Unión Europea”, no pudiéndose elegir la obtención de este pasaporte frente al otro sin esta marca.
De hecho, las autoridades británicas han confirmado que habrá trato igual a los ciudadanos británicos que posean un documento u otro, afirmando que “ambos diseños serán igualmente válidos para viajar”.
La reintroducción de los pasaportes previos a los de la UE es considerado como un triunfo para los británicos a favor del Brexit.
Sin embargo, este hecho ha quedado empañado al adjudicarse su fabricación a una Compañía francesa, ganadora del concurso en el que participaban productores potenciales del típico documento azul oscuro.
Se trata de la empresa Gemalto, la cual batió en el proceso a la firma británica De la Rue, encargada hasta ahora del suministro y que manifestó sentirse humillada ante tal resultado.
El contrato con Gemalto será por diez años y está valorado en unos 400 millones de libras.