Desde hace unos años la Ley de riders es una noticia que ocupa espacios en los telediarios y periódicos de este país. Con la llegada de diferentes Apps de reparto a domicilio en poco tiempo, este negocio se disparó. En 2014 las opciones para pedir comida a domicilio eran las de toda la vida, sin embargo, en 2018 podías pedir cualquier producto a tu hogar.
Esto hizo que el tráfico de riders se disparase en las ciudades, comenzando a llamar la atención de todo el mundo. Cuando ya era un sector asentado, con numerosos riders en toda España empezaron las protestas donde la población descubrió que estos riders trabajaban como autónomos y no como empleados de las apps para las que trabajaban. Y comenzaron los litigios legales.
Son varias las ocasiones en la que los riders ganan la batalla legal a las empresas para las que trabajan, declarando los jueces que son falsos autónomos. Por ello, el Gobierno ha impulsado la Ley de Plataformas Digitales, conocida popularmente como Ley de Riders. Han solicitado a los agentes sociales y a los sindicatos sus últimas propuestas para cerrar el texto de la ley. Con ello esperan poner punto y final a una polémica que nos lleva acompañando durante los últimos años y que sufren todos los riders, muchos de ellos viviendo en condiciones precarias.