Una enfermera que no llamó al médico de forma oportuna cuando un paciente sufrió una emergencia fue condenada por la Audiencia Provincial de Madrid.
La Sala revocó el 3 de marzo de 2020 la sentencia desestimatoria dictada en primera instancia y confirmó la negligencia de la enfermera.
Los familiares de la paciente la acusaron de demorarse en llamar al médico de urgencias pese a los síntomas que padecía la paciente tras haber sido intervenida con anestesia general.
La mujer tendrá que pagar de forma solidaria junto con el hospital más de 200.000 euros de indemnización a los familiares, más intereses legales.
El fallo de la audiencia explica que la enfermera confundió la sintomatología de la paciente, con la propia del proceso postoperatorio, y sufría una hemorragia alveolar difusa motivadora de la hipoxia que provocó la parada cardiaca causante de la muerte.
La paciente tenía dolor en la espalda y dificultad para respirar, síntomas que revelan una situación anormal en el proceso de recuperación de la paciente tras la intervención.
Desde que fue avisada por el marido de la paciente hasta que llamó al médico transcurrió tiempo suficiente para que un médico adoptara medidas, y habría habido una oportunidad de salvar la vida.