Un hombre intoxicado por amianto no recibió la calificación de fallecimiento laboral porque además era fumador.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inhalación de amianto, y otras sustancias, es uno de los principales causantes de las muertes por cáncer en el ámbito laboral.
En circunstancias normales, este tipo de fallecimientos serían considerados como accidente o enfermedad laboral pero a veces hay otros factores como la ingesta de tabaco que pueden alterar la claridad del diagnóstico.
Eso fue lo ocurrió en el caso que conoció el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que finalmente en su sentencia, deniega la pensión de viudedad a la esposa de un trabajador fallecido por un carcinoma.
Pese a una situación laboral, sometido a inhalación y contacto de amianto y otros tóxicos, su alta ingesta de tabaco impidió demostrar las condiciones de la fábrica como único nexo causal de la enfermedad.
La inspección de trabajo concluyó que nueve trabajadores diagnosticados con cáncer de pulmón podrían tener como origen común la exposición a los humos de las carretillas, y tras la caída de parte de la nave donde trabajaban, pero también debido a los humos del tabaco, puesto que todos ellos fumaban en su puesto de trabajo.