Ayer se dio a conocer el veredicto de la Justicia Británica sobre la extradición de Julian Assange a Estados Unidos. La decisión fue que el fundador de Wikileaks permanezca en el Reino Unido ante el gran riesgo de suicidio si se extradita al país norteamericano. Este veredicto ha levantado grandes ampollas políticas, el Gobierno de Estados Unidos ya ha anunciado que recurrirá dicha sentencia.

Julian Assange está acusado de 17 delitos en Estados Unidos, todos ellos tienen que ver con su página Wikileaks, donde compartió durante años documentos confidenciales, por lo que está acusado de espionaje, estos cargos le enfrentan a 175 años de cárcel.

La magistrada del Tribunal Penal Central de Londres, el Old Bailey, Vanessa Baraitser ha declarado que «La impresión general es la de un hombre deprimido y en ocasiones desesperado que teme por su futuro». La magistrada ha dejado claro que los delitos de los que se le acusa son también penables en el Reino Unido y que no se le considera inocente, si no que no se puede asegurar su seguridad si es entregado a los Estados Unidos.

El periodista australiano fundador de Wikileaks se encuentra desde septiembre de 2019 en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, casi en total aislamiento. Durante este tiempo mostró ya conductas de autolesión.