El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sancionó con tres años de suspensión de empleo y sueldo al magistrado Manuel Arce Lana por desatender gravemente su trabajo.
Ocurrió en el pleno del 28 de julio, a propuesta del promotor de la Acción Disciplinaria (pAD).
Arce Lana es titular del Juzgado de Primera Instancia 5 de Tarragona, especializado en asuntos de familia, quien fue señalado de casi paralizar el órgano judicial.
Desde que asumió su cargo -el 2 de julio de 2019- hasta que fue apartado -el 28 de noviembre- dejó sin poner 53 sentencias y 14 autos de medidas previas y provisionales de crisis familiares en espera.
De acuerdo con el CGPJ, esta situación hizo “especialmente lacerante su comportamiento, demostrativo del absoluto desprecio al quehacer judicial, pues, lejos de cumplir fielmente con el desempeño que había asumido, lo desatendió con la gravedad extrema que ponen de manifiesto las estadísticas recabadas sobre su rendimiento en los meses que ha durado su reincorporación efectiva al servicio activo”.
La propuesta de Ricardo Conde pasó directamente al pleno del CGPJ, sin pasar por la Comisión Disciplinaria, tal como se estableció en la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 2013.
Arce Lana había sido apartado del Juzgado por la Comisión Disciplinaria, tras ser informada por la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat).
Este órgano judicial había sido alertado por el Colegio de Abogados de Tarragona, preocupado por la situación que se estaba viviendo en dicho Juzgado y la “falta de respuesta judicial”.