Gestha, técnicos del Ministerio de Hacienda, ven ineludibles los nuevos impuestos que prepara Hacienda al transporte aéreo y a los envases de plásticos de un solo uso para reducir la contaminación, si bien en el primer caso ven conveniente que se consensue en el ámbito europeo y en ambos casos abogan por que sean “altos” para propiciar cambios en los modelos y se apliquen solo a las empresas y no a los usuarios, aunque previsiblemente repercuta posteriormente en los consumidores.
Así lo ha señalado en declaraciones a Europa Press José María Mollinedo, secretario general de Gestha, después de que el pasado viernes el Ministerio de Hacienda sometiese a consulta pública, a través de su página web, dos documentos relativos a estos dos nuevos tributos para que las organizaciones y asociaciones más representativas potencialmente afectadas por la futura norma, o bien cualquier ciudadano interesado, puedan hacer llegar sus comentarios.
Los técnicos de Hacienda enviarán sus observaciones a la Dirección General de Tributos sobre los documentos para crear los nuevos tributos como parte afectada en el cumplimiento de las futuras normas, en las que pedirán que se aplique sobre la actividad, de forma que recaiga en las empresas y no en los usuarios, aunque previsiblemente las compañías repercutirán el mayor coste fiscal en los consumidores.
Mollinedo ve “inevitable” la creación del impuesto a los envases de plástico de un solo uso, ya que la “autorregulación” del sector, como el cobro por el uso de las bolsas de plástico, en el caso de Andalucía fijado por ley, no ha servido de mucho para reducir la proliferación de plásticos.
Por ello, aboga por fijar un impuesto a la empresa productora para que pueda sustituir esos plásticos por otros envases biodegradables o compostables, y que el tributo sea lo “suficientemente alto” como para incentivar el cambio de modelo de producción y comercialización hacia materiales menos dañinos para el medio ambiente.
En cuanto al impuesto al transporte aéreo, hay que tener en cuenta que el queroseno está exento de impuestos para navegación comercial nacional e internacional, y aunque augura menos problemas para someter a tributación ese hidrocarburo a nivel nacional, a nivel internacional ve más dificultad al pertenecer España al organismo multilateral que excede incluso del ámbito de la Unión Europea.
Así, ve posible que el tributo se implantase a nivel europeo y que sólo afectara a los de origen.
En este sentido, cree que es “mucho más equilibrado” el gravamen que fijó Cataluña en 2016, cuando estableció el impuesto “constitucionalmente aceptado y sin doble imposición” a la aviación comercial por la emisión de óxidos de nitrógeno, en operaciones de aterrizaje y despegue, con excepciones a vuelos de enfermos o de servicios públicos como cartografía o lucha contra incendios.
“Vemos mejor un impuesto al que realiza la actividad y no al usuario que viaja en ese vuelo”, ha insistido Mollinedo, quien ha recordado que en ocasiones los vuelos son “imprescindibles”.
En consecuencia, Gestha se dirigirá a la Dirección General de Tributos para que la nueva imposición se dirija a las empresas y no a los usuarios, y propondrán que sean “altos” para que haya cambios en los modelos de producción en favor del medio ambiente.